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Diez de enero... eres 2022

Eres mariposa que revolotea cual fuerza de la naturaleza, una anomalía en el flujo de mis días, un entendimiento sin palabras, descifrándome sin apenas observarme… Eres argumento de tus insinuaciones, la barrera invisible que nos separa, tan lejos pero tan dentro, eres apenas un pensamiento que no escapa, convirtiéndote en alfa y omega, eres obsesión silenciosa, una oleada de sonrisas en momentos inesperados. Eres el principio del camino, eres el primer paso, la primera piedra… contigo poco importa el destino pues no eres avance sino una constante que me acelera con solo su existencia. Eres el enigma que brota de tus dedos cuando callas, la incertidumbre que me da la oscuridad cuando mis parpados cansados se cierran, eres todo lo que mi imaginación crea, eres todo y eres tú, simplemente eres tú.

Nueve de enero... alcoba vacía 2013

La primera vez que te vi, recuerdo que en mi mente se hizo un rincón que siempre ha sido de tu propiedad, a pesar de que se fue vaciando, poco a poco, sin noticias de tu existencia. A lo largo de los años, he aprendido que en la vida no vale la pena echar de menos a las personas que se van, ya que, siempre importará más un buen recuerdo, transmitir una sonrisa, que te pregunten en quien piensas, que ella sea el motivo, no hay que tener un final feliz para conservar la felicidad. Aprendí que no sirve de nada aferrarse a las cosas que no vas a conseguir, pierdes el tiempo, es algo que jamás llegará para hacerte feliz, asúmelo, no es para ti... pero, no me malinterpretes, nunca dejaré de ver su importancia, eso no es tan fácil, pero no pasó al siguiente capítulo de mi vida. Ahora reflexiono sobre todas las lecciones que me ha enseñado la vida, me quedo absorto en un vacío existencial donde me da la sensación de que de todo lo vivido... no he aprendido nada.  La experiencia, la madurez,

Ocho de enero... cinco minutos al día 2013

Contrariado con el mundo vivía, viendo como pasaban las horas para que terminara el día, destruido y acabado, mi vida se desmoronaba mientras no encontraba consuelo en ningún lugar. Encerrado en mi cueva los días caían como gotas de lluvia, mi noción del tiempo perdida por trastornos externos a mí acabaron por neutralizar mi ser, luego me convertí en sombra. Un día tú te adentraste en mi terreno sacándome para que viera la luz del día, para que me diera cuenta de que no estaba solo. Tú me escuchaste y me hiciste ver que, aunque la oscuridad se apoderó de mi en el camino, existen personas que estarán dispuestas a actuar como un faro para que puedas volver a enderezar el rumbo y salir de un letargo que ya daba por hecho que acabaría conmigo. Nunca podre agradecerte lo suficiente lo que en esos tiempos tú construiste en mi mente, unos cimientos irrompibles que, aunque ahora no estés y la distancia nos separe, me da igual, no importa el lugar, no cabe el olvido. Eres la persona q

Siete de enero... sentido 2013

¿Tiene la vida sentida? No lo sé. Solía pensar que la vida tenía una razón de ser, que todos estábamos destinados a algo, que cada uno guiaría su camino marcado por unas pautas escritas en papiros ancestrales. Últimamente dudo de mi propia ideología. He visto hombres que en su camino se han construido una ruta alternativa, una salida a su extraña y caótica realidad, otros tantos con futuros marcados que se han desviado de la luz a la oscuridad haciendo un borrón en su propia historia perfecta. No sé cuál es la respuesta y no quiero saberla, pues me he dado cuenta de que en el camino solo hay obstáculos que se atraviesan y, que cada uno a su manera, busca la solución para sortearlos o se da de lleno contra ellos, la fortaleza está en levantarse de las caídas, en escuchar los sonidos que te rodean, en intentar sonreír por lo que somos, sobre todo vivir cada etapa disfrutando del regalo que representa el presente. Ahora entiendo que en la vida no hay que tener miedo, todos envejec

Seis de enero... el resultado 2022

Es curioso leer reflexiones del pasado. Aún recuerdo la sensación de encontrarme perdido, sin futuro, con un presente miserable y un pasado que siempre me pareció algo que añorar. Dos mil trece fue un año cuanto menos convulso, recuerdo muchos detalles de aquella época ya que en ese año fue cuando todo cambió, el recuentro con cierta persona y el despertar de un letargo que había sido la tónica desde dos mil cinco. No debo negar que justo antes de la destrucción final en dos mil trece disfruté de los años de descontrol, cosas de la juventud, pero en aquel entonces era un inconsciente, un ser emocional entre tiburones y con un sentido del ego demasiado elevado para mi peculiaridad. Nunca tuve aspiraciones, nunca tuve un camino, de hecho nunca me planteé que envejecer sería una posibilidad, realmente eso lo pagué caro. Podría escribir infinitas líneas sobre los años que siguieron al dos mil trece, el cambio de paradigma, la catarsis... pero realmente hoy no estoy para contar hist

Cinco de enero... cuentos de un extraño 2013

Me paré, miré al cielo admirando como la luna resplandecía, rodeada entre nubes que me se acercaron para elevarme hasta ella, poder acariciarla. La luna dueña del cielo cercano, comenzó a relatarme recuerdos de su existencia, recuerdos de mi existencia, pues ella reina y señora de la noche nos contempla descansar desde que somos infantes. Me contó detalles de mi vida, detalles que hasta yo desconocía, me sorprendió que no me fracturó por etiquetas, sino como a un todo. Entre risas recordó como al principio jugaba con juguetes hasta llegar con cierta tristeza a las consolas, más tarde a otras cosas que mejor no comentar.  Me recordó que tal vez no me veía por que estaba cegado por la opinión que vierte el resto sobre mí, llegando a distorsionar mi propia versión de mi mismo. También me dijo que no debo tener miedo pues siempre fui criado con amor  para vivir y ser feliz, que no debo llorar por lo perdido sino sonreír por lo vivido, que muchas veces no somos consciente de la suerte

Cuatro de enero... almohadas 2013

El día comenzó entre ladridos de metal en movimiento, voces de personas que cruzan sus caminos juntos, pero distintos, el sonido de los pájaros  entre naturaleza contaminada, el día a día de la ciudad que tanto me agobia. El día avanzaba y el sueño se hacía de rogar, pues ya eran más de cuarenta y ocho horas sin llamar a mi puerta...  El día se tornaba largo, entre traumas y distopías, hasta que en mi pantalla de ordenar, entre pixeles, encontré aquel antiguo delirio, que me inspiraba admiración y censura, encontrarla pareció fruto de un destino incierto, su presencia siempre me ha generado desconcierto. Horas más tarde entre sabanas nos encontrábamos , sin pudor, sin remordimientos, solo dos cuerpos que se entrelazan  al unisonó de un movimiento, mis manos recorrían lentamente su silueta carnal, reconocimiento el paso del tiempo, desdibujándola  por mis recuerdos sobre ella, palpitando entre sudores que recordaron  mi primera vez, la emoción, el morbo, todo mi cuerpo se perdía entre